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domingo, 8 de abril de 2012

María del Carmen García Lombardía

Presenta.

Legado a un Hijo

El abrazo es necesario para el desarrollo emocional
pero la enseñanza de vida es un bien existencial



El abrazo de oso

Este cuento se refiere a un hombre joven cuyo hijo había nacido recientemente y era la primera vez que sentía la experiencia de ser papá.
A este personaje lo llamaremos Alberto y en su corazón reinaba la alegría y los sentimientos de amor que brotaban a raudales dentro de su ser.
Un buen día le dieron ganas de entrar en contacto con la naturaleza, pues apartir del nacimiento de su bebé todo lo veía hermoso y aun el ruido de una hoja al caer le sonaba a notas musicales.
Así fue que decidió ir a un bosque; quería oír el canto de los pájaros y disfrutar toda la belleza. Caminaba plácidamente respirando la humedad que hay en estos lugares, cuando de repente vio posada en una rama a un águila, el cual desde el primer instante lo sorprendió por la belleza de su plumaje.
El águila también había tenido la alegría de recibir a sus polluelos y tenía como objetivo llegar hasta el río más cercano, capturar un pez y llevarlo a su nido como alimento; pues significaba una responsabilidad muy grande criar y formar a sus aguiluchos, era enfrentar los retos que la vida ofrece al cumplir con la misión encomendada; era su único objetivo.
El águila al notar la presencia de Alberto lo miró fijamente y le preguntó:
"¿A dónde te diriges buen hombre?, veo en tus ojos la alegría"; por lo que Alberto le contestó: "Es que ha nacido mi hijo y he venido al bosque a disfrutar, pero me siento un poco confundido”.
El águila insistió: Oye, ¿y qué piensas hacer con tu hijo?, Alberto le contestó: "Ah, pues ahora y desde ahora, siempre lo voy a proteger, le daré de comer y jamás permitiré que pase frío. Yo me encargaré de que tenga todo lo que necesite, y día con día yo seré quien lo cubra de las inclemencias del tiempo; lo defenderé de los enemigos que pueda tener y nunca dejaré que pase situaciones difíciles".
"No permitiré que mi hijo pase necesidades como yo las pasé, nunca dejaré que eso suceda, porque para eso estoy aquí, para que él nunca se esfuerce por nada", y para finalizar agregó: "Yo como su padre, seré fuerte como un oso, y con la potencia de mis brazos lo rodearé, lo abrazaré y nunca dejaré que nada ni nadie lo perturbe".
El águila no salía de su asombro, atónita lo escuchaba y no daba crédito a lo que había oído. Entonces, respirando muy hondo y sacudiendo su enorme plumaje, lo miró fijamente y dijo:
Escúchame bien buen hombre. Cuando recibí el mandato de la naturaleza para empollar a mis hijos, también recibí el mandato de construir mi nido, un nido confortable, seguro, a buen resguardo de los depredadores, pero también le he puesto ramas con muchas espinas ¿y sabes por qué?, porque aún cuando estas espinas están cubiertas por plumas, algún día, cuando mis polluelos hayan emplumado y sean fuertes para volar, haré desaparecer todo este confort, y ellos ya no podrán habitar sobre las espinas, eso les obligará a construir su propio nido.
Todo el valle será para ellos, siempre y cuando realicen su propio esfuerzo y aspiración para conquistarlo, con todo y sus montañas, sus ríos llenos de peces y praderas llenas de conejos. Si yo los abrazara como un oso, reprimiría sus aspiraciones y deseos de ser ellos mismos, destruiría irremisiblemente su individualidad y haría de ellos individuos indolentes, sin ánimo de luchar, ni alegría de vivir. Tarde que temprano lloraría mi error, pues ver a mis aguiluchos convertidos en ridículos representantes de su especie me llenaría de remordimiento y gran vergüenza, pues tendría que cosechar la impertinencia de mis actos, viendo a mi descendencia imposibilitada para tener sus propios triunfos, fracasos y errores, porque yo quise resolver todos sus problemas.
“Yo, amigo mío", dijo el águila, "podría jurarte que después de Dios he de amar a mis hijos por sobre todas las cosas, pero también he de prometer que nunca seré su cómplice en la superficialidad de su inmadurez, he de entender su juventud, pero no participaré de sus excesos, me he de esmerar en conocer sus cualidades, pero también sus defectos y nunca permitiré que abusen de mí en aras de este amor que les profeso".
El águila calló y Alberto no supo qué decir, pues seguía confundido, y mientras entraba en una profunda reflexión, ésta, con gran majestuosidad levantó el vuelo y se perdió en el horizonte.
Alberto empezó a caminar mientras miraba fijamente el follaje seco disperso en el suelo, sólo pensaba en lo equivocado que estaba y el terrible error que iba a cometer al darle a su hijo el abrazo del oso.
Alberto, reconfortado, siguió caminando, solo pensaba en llegar a casa, con amor abrazar a su bebé, pensando que abrazarlo sólo sería por segundos, ya que el pequeño empezaba a tener la necesidad de su propia libertad para mover piernas y brazos, sin que ningún oso protector se lo impidiera. A partir de ese día Alberto empezó a prepararse para ser el mejor de los padres.

Detalle
Abrazo de Oso

Dejo tal dettalle a fin que le lleven a vuestros hogares
como recordatorio de los legados existenciales a los hijos ,
por una futura humanidad con valores.
A puro sentiemiento dejo tal.
***

Voy a: www.walktohorizon.blogspot.com
dónde les espera otros relatos y detalles.

14 comentarios:

Abuela Ciber dijo...

Precioso y cuan real lo que has compartido.
Padres que convierten a sus hijos en "peter Pan", sin alas para volar y hacer su su propio camino.

Recibe mi cariño en un abrazo que te envio en este día gris, al menos por acá.

GlamToday VideoTop dijo...

Bellisimo

Sandra Figueroa dijo...

Gracias amiga por tus lindos regalos. Besos, cuidate.

La Gata Coqueta dijo...



Conclusión!! Debía de estar poblada la tierra de Albertos y los resultados serian más positivos...

Es un error tanta protección a los polluelos, hay que aconsejar dejándoles varios frentes abiertos para que se hagan fuertes experimentando y rompiendo barreras, esperando en la sombra para darles el balsamo de la confianza si fuera necesario, para que continúen abriendo camino sin desfallecer en el empeño...

Un abrazo saludando
y un beso abrazando

María del Carmen

Trini Reina dijo...

Muy bonito

Saludos

lichazul dijo...

"los hijos
son avecillas de paso por nuestros nidos
como nosotros lo fuimos...
lichazul"



besitos y luz

Miguel de la Torre Padilla dijo...

Para quitarse el sombrero, te quedo que ni pintado, un abrazo desde Jaén y feliz semana

María Elena Ponce dijo...

Magnífico relato Carmen, al fin pude llegar a panconsusurro.com jajajaja.

Me encantó tu escrito y la magia que le impartes para adentrarnos en el entorno bebiendo ese consejo o mensaje tejido en tus letras.

Un beso

isthar dijo...

Querida amiga, gracias por recordarme siempre igual que yo a ti, solo que a veces no puedo contestar como quisiera.
Gracias por existir, eres una gran amiga y persona.
Mil gracias por los regalitos y te envio un gran abrazo y mil bendiciones.
Marissa

Edy Salazar U. dijo...

Hola querida amiga vuelvo a tu casita para dejarte un saludo y agracer tu visita y la gentileza de tus palabras desde esta tierra lejana te envio una cesta de flores perfumadas con un enorme lazo que dice "amigas por siempre"
el poss es una lección para los padresgracia por compartirlo
Un abrazo y muchas bendiciones

Rodolfo N dijo...

Maravilloso texto que me guardo para meditar.
Cariños, amiga.

La Gata Coqueta dijo...



Deseo pases un muy buen fin de semana
Y hago lo posible para que vuelen hacia ti
Estos mis sentimientos…
En los ojos una sonrisa por simpatía
En los labios un beso por valentía
Y en el corazón un abrazo de cariño por garantía

María del Carmen


Dejame que te cuente dijo...

guauuuu que bonito cuento...¡¡¡


un abrazo...

encantada una vez de pasearme por tus letras...
:-)

Wilhemina Queen dijo...

gracias por tu visita a mi mundo, me alegra mucho tu regreso, un fuerte abrazo!!!