
Pan con susurros ha sido un cuento corto galardonado hace ya muchos años atrás.
En él plasme parte biografica propia, mis meriendas, mi relación en tardes de invierno , en la cocina con mi abuela, mi ita, como le llamaba, dónde preparaba las conservas, los almuerzos, cenas y mis merienas!!!, leche azucarada, tostadas de pan casero, manteca fresca casera, y dulce artesanal de uva, de vides propias, las cuáles aún conservo y continuó con mi padre la tradición de fabricarlo.
En las esperas de coccción, su tejido y yo en el intento de aprender.
Y aprendí!, aprendí: economía doméstica, cocina, planeamiento e inventario de suministros, coser, tejer, orden y aseo, pulcritud, ética, moral, sanas costumbres y buenos modales.
Supe también a valorar el digno trabajo, los esfuerzos , los regalos, y a dar gracias, pedir permiso, saludar y rezar por las noches y en cada despertar a dar gracias por el nuevo día. Todo ello lo aprendí entre cantos asturianos, reuniones de amigos inmigrnates de mi familía, españoles, italianos, franceses, polacos, alemanes, suizos, ingleses, rusos, hungaros, austríacos y japoneses, de quiénes aprendí el sentir por la Patria. Todos sin excepción extrañaban sus tierras.
Mi abuela Astriana, ,todas las noches le rezaba a la Virgen de Covadonga , y mucho extraño ,aquelas suas terras y a sua madre, y tanta sed tuvo de sua madre...
Una historia más de un inmigrante.
Para mí Mi abuela Matilde, una asuturiana de rango!
Una rosa roja para vos como expresión que siempre en mí estarás, toda la paz del universo, que bien merecida la tenes, un siempre gracias por todo lo dado a tantos que tantas solicitudes te hicieron a la cuál respondiste en generosidad, y un te amo!!!