Páginas

jueves, 5 de enero de 2012

Epifanía



La rosa niña

Cristal, oro y rosa. Alba en Palestina.
Salen los tres reyes de adorar al Rey,
flor de infancia llena de una luz divina
que humaniza y dora la mula y el buey.

Baltasar medita, mirando la estrella
que guía en la altura. Gaspar sueña en
la visión sagrada. Melchor ve, en aquella
visión, la llegada de un mágico bien.

Las cabalgaduras sacuden los cuellos
cubiertos de sedas y metales. Frío
matinal refresca belfos de camellos
húmedos de gracia, de azur y rocío.

Las meditaciones de la barba sabia
van acompasando los plumajes flavos,
los ágiles trotes de potros de Arabia
y las risas blancas de negros esclavos.

¿De dónde vinieron a la Epifanía?

¿De Persia? ¿De Egipto? ¿De la India? Es en vano
cavilar. Vinieron de la luz, del Día,
del Amor. Inútil pensar. Tertuliano.

El fin anunciaban de un gran cautiverio,
y el advenimiento de un raro tesoro.
Traían un símbolo de triple misterio,
portando el incienso, la mirra y el oro.

En las cercanías de Belén se para
el cortejo. ¿A causa? A causa de que
una dulce niña de belleza rara
surge ante los magos, toda ensueño y fe.

- “¡Oh, reyes!” -les dice- “Yo soy una niña
que oyó a los vecinos pastores cantar,
y desde la próxima florida campiña
miró vuestro regio cortejo pasar.

Yo sé que ha nacido Jesús Nazareno,
que el mundo está lleno de gozo por El,
y qué es tan rosado, tan lindo y tan bueno,
que hace al sol más sol, y a la miel más miel.

Aún no llega el día…¿Dónde está el establo?
¡Prestadme la estrella para ir a Belén!
No tengáis cuidado que la apague el diablo
con mis ojos puros la cuidare bien!”

Los magos quedaron silenciosos, bella
de toda belleza, a Belén tornó
la estrella y la niña, llevada por ella
al establo, cuna de Jesús, entró.

La madre miraba a su niño lucero
las dos bestias buenas daban su calor
sonreía el santo y viejo carpintero,
la niña estaba temblando de amor.

Allí había oro en cajas reales,
perfume en frascos de hechura oriental,
incienso en copas de finos metales,
y quesos y flores y miel de panal.

¡Qué dar a ese niño, qué dar sino ella!
¿Qué dar a ese tesoro divino, Señor?
Le hubiera ofrecido la mágica estrella,
la de Baltasar, Gaspar y Melchor.

Mas a los influjos del hada amorosa,
que supo el secreto de aquel corazón,
se fue convirtiendo poco a poco en rosa,
en rosa más bella que las de Sarón.

La metamorfosis fue santa aquel día
(la sombra lejana de Ovidio aplaudía)
Pues la dulce niña ofreció al Señor,
que le agradecía y le sonreía,
en la melodía de la Epifanía,
su cuerpo hecho pétalos y su alma hecha flor…

Autor: Rubén Darío

***
Detalle

Dejo para todos los que arriben
a estos lares tal a fin que
lo llevena vuestro hogar
a sabiendas que en
tan lejana tierra:
Pampa Argentina,
hay alguién que piensa
en cada uno de Ustedes,
a puro sentir!



Un abrazo con cataratas de luz

María del Carmen García Lombabardía

Ir a:
www.cuerposanoalmacalma.blogspot.com

9 comentarios:

Rebecca Rosenbaum dijo...

hola María del Carmen,
los Reyes Magos es una costumbre epsanola y latinoamericana, nosotros no la celebramos, pero pertenece de alguna manera a las costumbres cristianas.
Que hoy 6 de enero sea un dia de paz para ti, que ellos te traigan mucha felicidad y buena salud envuelta en los aceites, en el incienso y en el cofre lleno de tesoros.

un abrazo fuerte^^

BEATRIZ dijo...

Hola María del Carmen,

Es un bello detalle compartir el poema.

Espero que la Epifanía te haya traído muchas bendiciones para ti y los tuyos.

Un abrazo de luz

Dejame que te cuente dijo...

una hermosura , como todo lo que publicas...
feliz 2012...un abrazo...
:-)

Sandra Figueroa dijo...

Hola Maricarmen, que bello detalle nos regalas, gracias. Besos, cuidate.

Gizela dijo...

Precioso poema María del Carmen!
Espero que esa epifanía tan sentida y linda, te impregne este nuevo año de regalos existenciales, en cada uno de sus meses y en cada uno de sus momentos!!!
Linda semana y muchos besos!!

La Gata Coqueta dijo...



En una hoja en blanco escribo
un bello día de cumpleaños,
un amanecer de ilusiones,
y un año más de vida,
que con placer comparto.

En Mis caricias del alma
te he dejado un trozo de tarta
y un sencillo detalle,
para celebrar este día
en la calidez de tu alma.

María del Carmen

(Después del último correo me he quedado aún más muda que antes...)

Myriam dijo...

Mucha felicidad par tí, María del Carmen y para los tuyos.

Ricardo Tribin dijo...

Tu elegia sobre La Epifania es magnifica y al alma.

Un abrazo grande!!

Consuelo Nicolini dijo...

Mundos de uno a uno
Para lograr de a dos, uno.

Esta frase es para meditarla.
Espero que te encuentres en
perfectado de salud...hace
tiempo que no nada de ti.
Un fraternal abrazo.